martes, 9 de junio de 2009

BUSCADOR...


"... Porque no hay verdadero saber sin despertar. Y no hay despertar sin una modificación profunda de la visión anterior. Y no hay una visión confiable sin compromiso con la verdad. Y no hay más verdad que la descubierta dentro de nuestro ser.

El corazón de un buscador posee la fuerza transformadora del amor.
El trabajo siempre hay que hacerlo con lo negativo, lo positivo es la recompensa.
Porque nadie puede saber por ti, nadie puede crecer por ti, nadie puede buscar por ti, nadie puede hacer por ti lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite representantes.

Del ignorante al buscador hay un cambio de actitud, una decisión.
Del buscador al conocedor hay una evolución, un trabajo.
Ambos son espacios conquistados por cada individuo para sí mismos.
El tercer cambio, del conocedor al sabio, solamente es posible si se lleva a cabo una transformación profunda: debe haber una revolución.

Un maestro es un conocedor que, porque así lo desea, porque su corazón se lo manda o porque su espíritu lo impulsa, está decidido a compartir lo que sabe mostrándolo (de "mostrar" viene la palabra "maestro") a los que saben un poco menos, a los que ignoran lo que no saben, y también, a los que creen que saben lo que en realidad no saben.

El sabio no pretende nada: ni ser bueno, ni ser fuerte, ni ser dócil, ni ser rebelde, ni ser contradictorio, ni ser coherente ... sólo quiere ser.
El sabio consigue finalmente ser parte permanente del fluir de la naturaleza. Todos los condicionamientos y mandatos de su educación y todas las restricciones, costumbres culturales que le han sido impuestas y fijadas en su memoria han desaparecido."

Jorge Bucay

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