martes, 7 de abril de 2009

EL GUERRERO DE LA LUZ


EL GUERRERO DE LA LUZ (Fragmentos)


Un guerrero de la luz nunca olvida la gratitud. Durante la lucha, fue ayudado por los ángeles, las fuerzas celestiales colocaron cada cosa en su lugar y permitieron que él pudiera dar lo mejor de sí. Por eso cuando el sol se pone, se arrodilla y agradece el Manto Protector que lo rodea. Su gratitud, no obstante, no se limita al mundo espiritual, él jamás olvida a sus amigos, porque la sangre de ellos se mezcló con la suya en el campo de batalla.
Todos los caminos del mundo llevan hasta el corazón del guerrero; él se zambulle sin vacilar en el río de las pasiones que siempre corre por su vida. El guerrero sabe que es libre para elegir lo que desee, sus decisiones son tomadas con valor, desprendimiento y -a veces- con una cierta dosis de locura. Acepta sus pasiones y las disfruta intensamente. Sabe que no es necesario renunciar al entusiasmo de las conquistas, ellas forman parte de la vida y alegran a todos los que en ellas participan. Pero jamás pierde de vista las cosas duraderas, y los lazos creados con solidez a través del tiempo. Un guerrero sabe distinguir lo que es pasajero de lo que es definitivo.

Desde el momento en que comienza a andar, un guerrero de la luz conoce el Camino. Cada piedra, cada curva, le da la bienvenida. Él se identifica con las montañas y los arroyos, ve un poco de su alma en las plantas, en los animales y en las aves del campo. Entonces, aceptando la ayuda de Dios, y las Señales de Dios, deja que su Leyenda Personal lo guíe en dirección a las tareas que la vida le reserva. Algunas noches no tiene dónde dormir, otras sufre de insomnio. "Esto forma parte del juego -piensa el guerrero- Fui yo quien decidió seguir por aquí" En esta frase está todo su poder: él escogió la senda por donde camina ahora y no tiene motivo para protestar. De aquí en adelante -y por algunos centenares de años- el Universo ayudará a los guerreros de la luz a boicotear a los prejuiciosos.

La energía de la Tierra necesita ser renovada. Las ideas nuevas necesitan espacio. El cuerpo y el alma necesitan nuevos desafíos. El futuro se transformará en presente, y todos los sueños, -excepto los que contienen prejuicios- tendrán oportunidad de manifestarse. Lo que haya sido importante, permanecerá; lo inútil, desaparecerá. El guerrero, sin embargo, no está encargado de juzgar los sueños del prójimo y no pierde tiempo criticando las decisiones ajenas. Para tener fe en su propio camino, no necesita probar que el camino del otro está equivocado.

Un guerrero de la luz tiene las cualidades de una roca. Cuando está en terreno plano -todo su entorno encontró la armonía-, él se mantiene estable. Las personas pueden construir sus casas sobre lo que fue creado, porque la tempestad no lo destruirá. Cuando, en cambio, lo cobran en terreno inclinado -y las cosas que lo rodean no demuestran equilibrio o respeto-, él revela su fuerza, rueda en dirección al enemigo que amenaza la paz. En estos momentos, el guerrero es devastador, y nadie consigue detenerlo. Un guerrero de la luz piensa en la guerra y en la paz al mismo tiempo, y sabe actuar de acuerdo con las circunstancias.

Todo guerrero de la luz ya tuvo alguna vez miedo de entrar en combate.
Todo guerrero de la luz ya traicionó y mintió en el pasado.
Todo guerrero de la luz ya recorrió un camino que no le pertenecía.
Todo guerrero de la luz ya sufrió por cosas sin importancia.
Todo guerrero de la luz ya creyó que no era un guerrero de la luz.
Todo guerrero de la luz ya falló en sus obligaciones espirituales.
Todo guerrero de la luz ya dijo sí cuando quería decir no.
Todo guerrero de la luz ya hirió a alguien a quien amaba.
Por eso es un guerrero de la luz, porque pasó por todo eso y no perdió la esperanza de ser mejor de lo que era.


Paulo Coelho.

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